domingo, 1 de enero de 2012

El cosplay. Una moderna tradición japonesa


En nuestro espacio dedicado a los festivales y eventos mundiales os hablamos sobre el Waksusa Yamayaki, de Japón, un festival antiquísimo. Pero como el año nuevo acaba de llegar vamos a aprovechar y a hablaros sobre una costumbre mucho más nueva que también viene de Japón aunque tenga un nombre que nos parece inglés: el cosplay.
Seguramente el término os sonará y lo asociaréis a jóvenes japoneses vestidos con elaborados disfraces caseros de personajes de manga y anime. Podríamos decir que no hay "tradición" que describa mejor al actual Japón: si creemos ese manido tópico según el cual un japonés hace de un sencillo hobby una disciplina, claro.
Según algunas fuentes el cosplay nació en los años 70 del siglo XX en los Comiket (mercados de cómic) que todavía hoy se celebran a mediados y finales de año en Odaiba, Tokio: en esa época los jóvenes ya se vestían como sus personajes favoritos. Sin embargo hay otras fuentes que afirman que no es una tradición 100% nipona, sino que fueron los estadounidenses destinados en Japón tras la Segunda Guerra Mundial los que llevaron una costumbre que habría nacido durante las primeras convenciones sobre ciencia ficción de Estados Unidos (algunos citan el WorldCon de 1939). Sea como sea, a día de hoy el fenómeno está completamente ligado al país del sol naciente y, de hecho, el mayor evento dedicado a esta afición es el World Cosplay Summit, que se celebra en Nagoya.
En la vieja Europa y Sudamérica este fenómeno goza de gran aceptación, aunque no falta gente que habla de "esos frikis disfrazados". Esta visión es completamente errónea: no se trata de ponerse un disfraz, como en carnaval, ni mucho menos. El cosplayer que se viste como un personaje de Naruto, Mermalade Boy, Sailor Moon o incluso de un superhéroe occidental, se indentifica plenamente con el carácter que representa. No es como en una fiesta de disfraces, en las que por ejemplo Sara lleva el traje de la Guerrero Luna; si Sara es una cosplayer asumirá el rol de la Guerrero Luna con su personalidad e incluso sus gestos. Es algo más cercano a la interpretación: el resultado de un concienzudo trabajo de estudio e interiorización.
Como ocurre con cada disciplina que se precie, dentro del cosplay hay varios tipos. También hay varias interpretaciones de los tipos (algunos dicen que sólo hay dos: los que mola fotografiar y los que no). Os vamos a citar las clasificaciones "más aceptadas".
  • Tradicional: el que estamos más acostumbrados a ver, el basado en personajes manga o anime, de videojuegos, superhéroes…
  • Mascotas: sería un tipo más "comercial". Los aficionados a este tipo de cosplay se visten de mascotas de videojuegos e incluso publicitarias.
  • Furries: ¿conocéis comics como "Usagi Yojimbo" (sobre un conejo samurai) o "Blacksad" (protagonizado por un gato detective)? Esta modalidad está basada en la interpretación de personajes animales con rasgos antropomórficos.
  • Mechas: si habéis pensado que en este predomina la gente con el pelo teñido os equivocáis. Se trata de asumir el papel de robots como "Mazinger Z" o "Gundam". No hace falta decir que son de lo más elaborado y vistoso.
  • Cosplay Kigurumi: para muchos es el cosplay auténtico. A la caracterización se le añade una máscara que simula el rostro del personaje dibujado. También es uno de los más difíciles de interpretar debido a que la máscara sólo permite usar lenguaje corporal.
  • J-Pop: algunos no lo consideran verdadero "cosplay" pues en lugar de personajes animados o de series se asume el papel de estrellas de la canción pop japonesa. ¿Os suenan los grupos "Polysics" o "AKB48"?
    • Por supuesto esta clasificación está sometida a debate pues lo que es cosplay no está escrito en piedra. Pero de lo que no hay duda es que se trata de una afición que prácticamente es un arte.

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