La mayoría de los habitantes son de origen thai (cerca del 75 % de la población). Existen grupos minoritarios como los chinos (11%), malayos (3%) y grupos reducidos de vietnamitas y occidentales. El país cuenta con una población cercana a los 60 millones de habitantes, siendo Bangkok la ciudad más poblada con 6 millones, seguida de Khorat, Chiang Mai, Hat Yai y Khon Kaen.
Como en la mayoría de los países orientales, los thais se caracterizan por su hospitalidad, por su tolerancia y por su buen humor. En general los extranjeros son tratados de forma cordial y suelen ser comprensivos si por desconocimiento, se contravienen las normas tradicionales de comportamiento. Sin embargo, es conveniente guardar una serie de conductas que harán de su viaje una experiencia placentera.
Thailandia es un país budista por lo que la religión juega un papel muy importante. Los comportamientos ruidosos y la inadecuada vestimenta en los templos o Wat, está muy mal visto. Y a pesar de que nadie reprochará directamente esas conductas, tenga por seguro de que habrán causado un malestar profundo. Lo más importante es vestirse correctamente y no utilizar pantalones cortos o camisas sin mangas. Debe descalzarse cuando se entra a un recinto que contenga una imagen de Buda y a la hora de sentarse, nunca deben apuntarse ni mostrar la planta de los pies a las imágenes. Para los budistas, esta es la parte menos importante del cuerpo, mientras que la cabeza representa lo más santo, con lo que no es apropiado tocar la cabeza de los adultos o de los niños.
Es muy común encontrarse a primera hora de la mañana, a los monjes que desfilan con sus cuencos para recibir las ofrendas y alimentos que les dan los habitantes. A las mujeres no les está permitido tocar a los monjes ni darles nada de mano a mano. Por otro lado, los budistas consideran meritorio adquirir animales vivos y después liberarlos, por eso es común que en los alrededores de los templos se encuentren numerosos vendedores de pájaros, tortugas o peces. Otra forma de realizar ofrendas es quemar incienso en los Wat.
Tradicionalmente todos los jóvenes thais pasan al menos tres meses de su vida en un templo budista. Generalmente entran cuando se celebra el Khao Phansa, al inicio de la estación de las lluvias.
Para los thais la Familia Real representa uno de los pilares del reino (los otros dos son la nación y la religión) por lo que a los objetos y fotografías que representan a la monarquía siempre se les asigna un lugar de honor y se les muestra veneración. En los cines, antes de iniciar la proyección de las películas, se muestran imágenes del Rey y se toca el himno y todos los thais se ponen de pie y guardan silencio con mucho respeto. Siempre es bueno mostrar respeto y seguir las normas de conducta en estas ocasiones.
El culto a los espíritus, anterior a la llega del Budismo, sigue muy vivo en Thailandia. Los espíritus llamados phi, se encuentran en casi todos los sitios y para alcanzar su protección y conseguir una vida armoniosa conviene satisfacerlos, para neutralizar sus poderes. Por eso los Thais utilizan amuletos para evitar que los phi ejerzan influencia en ellos. También les construyen casitas, que se encuentran por todos los sitios y les realizan ofrendas todos los días. Los diseños son variados, desde las sencillas réplicas en madera, hasta elaborados templos budistas en miniatura.
Los thais no son partidarios de mostrar sus sentimientos, por lo que las expresiones de cólera o impaciencia están muy mal vistas. En público sólo se permiten las manifestaciones cariñosas entre hombres y mujeres y jamás deben extenderse hacia nadie las piernas y los pies a la hora de sentarse. El saludo wai, juntando las manos como en actitud de oración y alzándolas, tiene algunos detalles. Por ejemplo, mientras más alto se eleven, tanto más respetuoso es el saludo. Los thais prefieren de los extranjeros una inclinación de cabeza o un incorrecto saludo wai, que un apretón de manos.
Para los thais el comer es una acto comunitario por lo que hay algunas normas a tener en cuenta. Para la mayoría de los platos se utilizan el tenedor y la cuchara. El primero se maneja con la mano izquierda y se utiliza para empujar los alimentos y no está bien visto llevarlo a la boca. Cuando se toman porciones de las fuentes, lo apropiado es servirse poco y al terminar se puede volver a servir.
Recuerde que la forma de vestir es importante en Thailandia. En las zonas de playas no está permitido el topless y la vestimenta, propia de las playas, debe utilizarse exclusivamente en esas zonas. Intente siempre mostrar su mejor sonrisa y descubra a los thailandeses que son gente especialmente hospitalaria. Su profunda visión de la existencia, bajo el prisma budista, es lo que les permite esa actitud de tranquilidad y paciencia que tanto extraña a los occidentales.
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